GLOBAL Fundada en 1951, en un momento en que los hogares italianos comenzaban a equiparse con agua corriente, la evolución de SAER ha ido en paralelo con la historia, las nuevas aplicaciones y los usos del agua.
A partir de una producción de bombas para uso en agricultura o riego (no es casualidad que el color verde, aún en uso en productos estándar, quiera recordar su aplicación), la empresa a partir de los años 60 comenzó a orientarse en el diseño y producción de maquinarias para el sector civil.
En la década de los 90, y especialmente en la primera década del nuevo siglo, SAER se centra en la investigación y el desarrollo; esto unido al know how adquirido durante años de experiencia, ha permitido crear una gama polivalente, única en su género por la variedad de soluciones disponibles en el catálogo, ampliando el rango de trabajo (hasta 10.000m3/h), creando soluciones para aplicaciones industriales y que además respondan a las necesidades de nuevos sectores para la empresa, como minería y oil&gas.
Hoy SAER ofrece una gama completa para el tratamiento integral del agua, que incluye bombas end suction y monobloque, bombas de carcasa partida y de alta presión, bombas sumergibles y bombas para aguas residuales. SAER también fabrica motores tanto de superficie (hasta 110kW) como sumergibles (hasta 300kW). Los productos están disponibles en varias metalurgias (hierro fundido, acero inoxidable AISI 316, DUPLEX, SUPER DUPLEX, bronce, etc.) lo que hace que toda la gama sea apta para diversas aplicaciones, ofreciendo soluciones robustas y eficientes, en nombre del Made in Italy.
De hecho, SAER, aunque ha estado orientada a la exportación desde sus inicios (solo el 10% de la facturación está en Italia), nunca ha deslocalizado su producción, yendo a contracorriente de la globalización de finales de los años 90-2000. Para SAER es fundamental preservar los principios sobre los que se funda la empresa, que tiene su sede entre Reggio Emilia y Mantua: el desarrollo en el territorio y en el ámbito local, reconocido mundialmente como área de excelencia.
Con la desglobalización en marcha, la decisión de SAER de permanecer en Italia para garantizar plazos de entrega (siempre) competitivos y un alto estándar de calidad, ha hecho que la elección ética sea también una ventaja competitiva.
